Instalaciones solares en tierra, incluidos los parques solares, siguen siendo una opción popular para proyectos solares a gran escala en 2025. Estos sistemas ofrecen varias ventajas, lo que los hace ideales para diversas aplicaciones:
Escalabilidad: Los montajes en tierra son altamente escalables y resultan ideales para instalaciones a gran escala. Los parques solares pueden cubrir grandes extensiones de terreno, maximizando la producción de energía solar.
Orientación óptima: Sistemas montados en el suelo Se puede ajustar para optimizar la inclinación y la orientación de los paneles solares, garantizando así la máxima exposición a la luz solar durante todo el día. Esta flexibilidad puede mejorar la eficiencia energética.
Accesibilidad y mantenimiento: Las instalaciones sobre el suelo son fácilmente accesibles, lo que simplifica y reduce el coste del mantenimiento, la limpieza y las reparaciones en comparación con los sistemas sobre tejado. Esta accesibilidad también facilita la supervisión y las actualizaciones.
Utilización de la tierra: Montajes de tierra pueden hacer uso de tierras que de otro modo no se utilizarían o estarían subutilizadas, como terrenos industriales abandonados o tierras de cultivo, lo que permite un uso dual de la tierra en algunos casos.
Menor limitación estructural: Los sistemas montados en el suelo no están limitados por la estructura o la capacidad de carga de un techo, lo que permite una mayor flexibilidad de diseño y una producción de energía potencialmente mayor.
Beneficios de enfriamiento: Los sistemas montados en el suelo tienden a tener un mejor flujo de aire alrededor de los paneles, lo que puede ayudar con el enfriamiento y mejorar la eficiencia general del sistema.
Si bien las instalaciones solares montadas en el suelo ofrecen muchas ventajas, es importante considerar factores como la disponibilidad de tierra, la condición del suelo, los costos de preparación del sitio y los requisitos de permisos al momento de decidir cuál es la mejor opción de montaje para un proyecto solar.